1. Ni el desarrollo de Extremadura ni el de Tierra de Barros pasa por ninguna refinería ni por ningún proyecto de industria pesada que sea ajeno a nuestra vocación de tierra, a nuestro modo natural de vida y a la realidad excepcional de la naturaleza extremeña.
2. Por el contrario, dada la riqueza medioambiental de nuestra región, ese desarrollo debe pasar precisamente por su protección, porque si extraordinaria es nuestra fuente natural de ingresos -la tierra- extraordinario debe ser el cuidado que le dispensemos, tal y como propone la propia Junta de Extremadura, siguiendo las directrices de la Agenda 21, que impulsa el desarrollo sostenible.
3. Se nos ha dado una información sesgada y manipulada acerca del impacto ambiental, sanitario, agropecuario, turístico y cultural que genera este tipo de industrias. Simplemente se nos ha querido manipular y engatusar con el bulo de los puestos de trabajo, tratándonos como meras comparsas de un proyecto que afecta y puede alterar directísimamente nuestras vidas, como sería el cambio atropellado de una zona agrícola a otra industrializada.
4. Tierra de Barros es una de las mejores tierras de cultivo de Extremadura, y consideramos un gravísimo error de gestión del territorio y una forma de violencia contra nuestro modo de vida la implantación de una refinería de petróleo por los efectos extremadamente perniciosos que tendrían en la calidad de nuestros productos agropecuarios, en el valor de tasación de nuestras tierras y en el prestigio del buen nombre de los productos extremeños.
5. Estas industrias son extremadamente contaminantes, ya que SIEMPRE desprenden residuos que afectan muy negativamente a la salud, provocando enfermedades cancerígenas, bronquiales y dermatológicas, cebándose principalmente en la población infantil y en la tercera edad, amén del pésimo aspecto de suciedad que dan a nuestro entorno. Todos estos efectos se multiplican en el caso de las refinerías de interior, aun de última generación como ésta.
6. El desarrollo turístico de Extremadura -potenciado recientemente por la Vía de la Plata- quedaría fulminantemente arrasado con una refinería a nuestros pies. El albergue-almazara de Villafranca, inaugurado recientemente, queda a escasos metros del futuro monstruo. La aberración adquiere aquí tintes surrealistas.
7. El programa electoral del PSOE en Villafranca de los Barros contempla textualmente «la mejora y protección del entorno de la sierra de san Jorge», y ha sido rechazado por el propio PSOE en el pleno del Ayuntamiento celebrado en febrero de este año. ¿Dónde está el compromiso de este grupo municipal con sus votantes?
8. La refinería sería construida por el grupo empresarial que preside las industrias más contaminantes de la región. No podemos creernos que esta fábrica no va a contaminar. Se trata también de un grupo empresarial sumamente reacio a la contratación de mano de obra femenina.
9. El petróleo es una materia prima que tiene los días contados (apenas 30 ó 40 años). Ubicar en Extremadura una industria propia del desarrollismo salvaje de los siglos XIX y XX es algo propio de países subdesarrollados. Queremos un progreso con industrias limpias, sostenibles y con futuro, queremos una promoción de la Vía de la Plata respetuosa con el entorno y queremos el fomento de nuestros productos agroalimentarios.
10. Somos ciudadanos independientes y queremos, en fin, ser activos, protagonistas de nuestro presente y celosos de nuestro futuro. Queremos disponer de un buen medio natural y cultural, no por capricho, sino porque es fundamental para vivir bien y no terminar siendo unos ignorantes que vendieron su futuro bajo el señuelo de unos cuantos puestos de trabajo. Y pediremos cuentas a los responsables políticos y económicos que degraden, manipulen o hipotequen nuestro patrimonio natural y cultural.
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