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viernes, 5 de agosto de 2005

Firmeza y transparencia para acabar con los incendios forestales

Se denuncia que aproximadamente un 90% de los incendios forestales son consecuencia de la acción humana, ya sea por imprudencia, negligencia, venganzas o simplemente por el gusto o interés por provocar el fuego y obtener beneficios económicos. Es decir, es el hombre quién atenta gravemente contra su propio patrimonio natural y el interés económico general, ya sea en bienes forestales, ganaderos, cinegéticos u otros cualquiera, pero sin duda la pérdida más grave es la que afecta a los sistemas ecológicos del bosque y que condiciona el resto de los usos durante varias décadas.

Consideran que modificaciones del habitat causadas por las plantaciones masivas de especies altamente inflamables como los pinos, aumentan notablemente la virulencia de los incendios y hacen casi inútiles los medios de extinción cuando las condiciones climáticas son adversas.

Por ello reclaman mayores esfuerzos para acabar con los motivos de los incendios mediante la educación ambiental, la sustitución progresiva de las especies alóctonas altamente inflamables y en una vigilancia e investigación más exhaustiva para conseguir la detención de los responsables de causar incendios forestales. Actualmente, la Ley castiga con penas de prisión de hasta 20 años a los culpables de causar incendios en los que se produzcan víctimas personales. Creen que ahora es el momento de preguntar que pasó con los causantes de los incendios de las Hurdes o Valencia de Alcántara.

Cambios de cultivos e incendios
La Hurdes, Enero de 2005

Consideran necesario incrementar los medios humanos dedicados a vigilancia y a educación ambiental, que permita acabar definitivamente con esta lacra que pone en peligro nuestros bosques y el patrimonio natural y económico de miles de familias. Junto con este objetivo prioritario que permita saber quién ha provocado el fuego y aplicar con firmeza la Ley, serían complementarios los servicios de extinción y de lucha contra los incendios forestales, y siempre teniendo en cuenta que la prioridad es disuadir a los pirómanos para evitar los incendios forestales.

A este respecto, critican duramente algunas decisiones de la Junta de Extremadura, ya que fue ella misma a petición de los ayuntamientos la que finalmente permitió el comercio y la venta de la madera quemada durante los gravísimos incendios del verano de 2003. Es una evidencia y un clamor popular que los incendios en su mayoría son provocados por la mano del hombre, pero lo que consideran escandaloso es que la Junta de Extremadura cediera a la modificación de la Ley, para permitir la venta de madera quemada, y de este modo dejar sin efecto el mismo fondo de la Ley. Así, consideran que no resulta creíble la política contra los incendios.

Además, se han producido casos gravísimos de usurpación de suelo forestal previamente incendiado en comarcas como Las Hurdes, Sierra de Gata, valle del Jerte y Ambroz, para la plantación de cerezos y olivos, lo que ensombrece la credibilidad de la Junta de Extremadura que está permitiendo veladamente esta situación de deterioro irreversible de nuestro patrimonio forestal, e incluso no facilita a Ecologistas en Acción los datos que sobre estos cambios de cultivo ha solicitado reiteradamente. Denuncian que existen abundantes casos en la Comarca de Hurdes o el Jerte donde la Junta de Extremadura está autorizando o permitiendo cambios de cultivo para la plantación de olivos y cerezos en zonas quemadas previamente, lo cuál tan sólo hace alentar la acción de los pirómanos, además llaman la atención sobre el hecho de que cuando se sancionan no se obliga a reponer la naturaleza forestal y generalmente sólo se cobra una sanción económica.

Consideran incalculable el valor social y ecológico del área devastada por el fuego que está considerada como uno de los bosques mediterráneos mejor conservados de Europa. Hay que destacar que las Sierras de Las Villuercas, junto con Monfragüe, formaron parte de la propuesta inicial para la creación de un gran Parque Nacional, a la que el presidente de la Junta de Extremadura se negó y que hubiese abarcado a unos de los mejores bosques mediterráneos de la península. Esta iniciativa fue frustrada por el propio gobierno regional que paralizó una iniciativa que hubiera reportado importantes beneficios para la conservación y el desarrollo rural de toda la comarca y desde esta organización reclaman que el futuro parque nacional incluya las Villuercas.

Incendio cerca de Perales del Puerto, verano 2003

Los incendios forestales llevan siendo una lacra durante décadas, pero en los últimos años sus devastadores efectos se han multiplicado y están hipotecando el futuro de varias comarcas de Extremadura, y todo ello, a pesar de las inversiones multimillonarias que la administración utiliza como argumento para la lucha contra los incendios forestales. Entre ellas, destacan la apertura de cortafuegos de alto impacto paisajístico, la apertura de miles de kilómetros de pistas forestales y que en muchos casos sólo sirven para provocar estos devastadores incendios. Destacan que la mayoría de los incendios forestales se producen cerca de carreteras o caminos forestales, lo cuál deja en mal lugar a las políticas emprendidas hasta el momento por parte de la administración. Además, la actual política sigue permitiendo la plantación de pinos y especies alóctonas, e incluso regalándolas desde sus viveros públicos y recuerdan que son especies que favorecen la propagación del fuego, mientras que especies mediterráneas como alcornoques, encinas, robles o quejigos ralentizan la virulencia del fuego.

Piden en este sentido menos infraestructuras y mayores esfuerzos en la prevención y en la localización de los culpables.

Consideran que sería muy positiva una mayor especialización y mayor dotación de personal en el Seprona, el incremento de la guardería medio ambiental con servicios nocturnos, y llaman la atención del hecho de que pese a que muchos incendios se inician por la noche, que en el año 2002 se suprimieran las plazas F1 de Agentes Forestales con servicios nocturnos en Hurdes y Gata, pese a la opinión contraria de los agentes, también consideran urgente la creación de un cuerpo de agentes forestales exclusivamente dedicado a la investigación de estos delitos, que apoye a los que en la zona están coordinando la extinción del incendio.

Han manifestado su satisfacción por el compromiso del gobierno estatal de que se impidan los cambios de uso del suelo en zonas quemadas por al menos un periodo de 30 años y se aplaquen así los intereses agrícolas y urbanísticos que se esconden detrás de muchos incendios forestales que afectan a la región y esperan que por fin esto se lleve a cabo.

Para Ecologistas en Acción de Extremadura es poco conveniente y operativo que sea el Consejero de Desarrollo Rural López Iniesta quien gestione la extinción de incendios y piden que se cree una gran Viceconsejería de Medio Ambiente que desarrolle de forma integral las labores preventivas, de educación ambiental y de extinción de incendios, por otra parte califican de desafortunadas las declaraciones de Rodríguez Ibarra intentando restar gravedad a los hechos y sus habituales intentos de desviar la atención con estridentes declaraciones.

Reclaman en este sentido seriedad y compromiso, y pide un seguimiento de las zonas incendiadas para que no se transformen en nuevos cultivos o se urbanicen, ya que el valor social de nuestros bosques no puede estar a merced de intereses económicos particulares, ni puede primar la impunidad de quiénes año tras año incendian nuestros bosques. ¿Es acaso imposible aplicar la tecnología y la razón o es simplemente que no interesa erradicar los incendios forestales?.

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