Denuncian construcciones ilegales en la ZEPA de la Sierra de San Pedro

La Asociación Ecologistas Extremadura ha denunciado ante el SEPRONA y el Ayuntamiento de Cáceres las múltiples construcciones ilegales llevadas a cabo en término municipal de Cáceres, en concreto del espacio natural protegido de la Sierra de San Pedro -que destaca por ser uno de las zonas con mayores valores naturales de Extremadura y que incluso figura entre los lugares con suficientes valores naturales para ser candidato a Parque Nacional, según estudios del Ministerio de Medio Ambiente.

Los valores ambientales de la ZEPA son incuestionables

Las denuncias dirigidas al Ayuntamiento de Cáceres y al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) se han realizado de forma individual, indicando en cada sitio la localización exacta de la parcela y acompañando fotografías de las construcciones ilegales, con el fin de facilitar la labor de las autoridades.

La especulación se ha adueñado de la zona

Ni siquiera se molestan en ocultar los materiales de construcción

Desde hace unos años -y aparentemente bajo la dejación de todas las administraciones con algún tipo de responsabilidad en su conservación- existe una verdadera campaña de agresión sobre dicho espacio, en concreto el desarrollo de toda una urbanización ilegal (Las Almedias, dentro del Término Municipal de Cáceres) en un espacio protegido (zona ZEPA de la Sierra de San Pedro), y cuya superficie mínima de parcelación según el PGOU de Cáceres es de 100 Ha. (art. 140 de la Orden de 28 de octubre de 1998 de la Consejería de Medio Ambiente, Urbanismo y Turismo de la Junta de Extremadura, que aprueba dicho Plan).

Multitud de vallados cinegéticos impiden el paso de la fauna

En esta zona, de gran valor natural y paisajístico, denuncian que se construye, se parcela y se reparcela, se levantan todo tipo de vallados que impiden el tránsito de la fauna, y en muchos casos se compra simplemente para revender y especular. Posteriormente, se levantan casas, chalets, chamizos o cualquier edificación a gusto del comprador, que en muchos casos éstos quedan abandonados por falta de uso. Pero el daño ya está hecho y se continúa haciendo.

Desde esta organización confían en que se tomen medidas drásticas para frenar la destrucción ambiental de la zona, y también que se sancione lo ilegalmente construido, que al realizarse en un espacio natural protegido podría ser constitutivo de delito. Desde Ecologistas Extremadura confían en que, tal y como indica la legislación vigente, se reponga el daño ambiental causado derribando lo ilegalmente construido y restaurando el ecosistema.

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Apoyan la acción de Greenpeace en Garoña y reclaman de nuevo el cierre de Almaraz

Ecologistas Extremadura desea mostrar públicamente su apoyo a la acción llevada a cabo por Greenpeace a las puertas de la central nuclear de Garoña y piden una vez más el cierre definitivo de la central nuclear de Almaraz.

La asociación ecologista extremeña comparte los argumentos de Greenpeace en el sentido de, que al día de hoy, no existe justificación alguna para que la ciudadanía asuma el riesgo descomunal que supone el que haya plantas atómicas funcionando en España.

La progresiva implantación de las energías renovables, particularmente eólica y solar, invalida de raíz el argumento de que nuestro país necesita de la energía nuclear para mantener su sistema eléctrico. En opinión de los ecologistas, lo que se intenta mantener es más bien los jugosos beneficios que las eléctricas obtienen de estas peligrosas instalaciones, que en la actualidad se encuentran más que de sobra amortizadas.

Por lo que respecta a la central nuclear de Almaraz, Ecologistas Extremadura sostiene que, al tratarse de una tecnología tan peligrosa e insegura como la de Garoña y con la cantidad de fallos de todo tipo que ha tenido en los últimos años, su cierre no se puede demorar más, e instan al Presidente del Gobierno que cumpla su programa electoral de 2004, en el que se prometía el cierre escalonado de las centrales nucleares. Por eso estiman que no debe prorrogarse ni un día su licencia de funcionamiento, que caduca en 2010.