Ecologistas Extremadura ha manifestado públicamente su alegría porque al parecer -y según ha salido publicado en varios medios- el Ministerio de Medio Ambiente finalmente habría tomado la determinación de prohibir las monterías que los últimos años se venían celebrando dentro del Parque Nacional de Monfragüe.
La Asociación Ecologistas Extremadura ha estado desarrollando estos últimos años una campaña contra la celebración de monterías en espacios naturales protegidos, denunciándolas en reiteradas ocasiones, organizando actividades de protesta e informando a los visitantes del Parque de Monfragüe, y agradece el apoyo recibido de miles de ciudadanos a través de sus campañas de recogida de firmas a través de Internet. Esta asociación ha recibido múltiples consultas al respecto, muchas de ellas de ciudadanos extranjeros sorprendidos por la celebración de cacerías dentro de un Parque Nacional, y también de ciudadanos indignados de que en zonas prohibidas a los observadores de la fauna y flora sí puedan entrar, en cambio, cazadores a pegar tiros, lo cual constituye un despropósito allí donde los haya.
También han recibido quejas de ciudadanos que se han visto sorprendidos por monterías celebradas en rutas por cañadas reales dentro del propio Parque Nacional y que les han obligado a darse la vuelta, o quejas de senderistas que en múltiples ocasiones se han encontrado perros procedentes de rehalas dentro del Parque Nacional. Incluso en una ocasión ha habido turistas que tuvieron que huir ante la proximidad de perros amenazantes en la ruta del Cerro Gimio.
Desde la asociación aplauden que por fin se haya impuesto la cordura y esperan que los sectores procinegéticos dentro de la Junta y del propio parque, (incluido el actual director), abandonen su empecinamiento para favorecer a algunos cazadores. Cabe reseñar que Ecologistas Extremadura ha recibido el apoyo de numerosos cazadores que consideran que el Parque Nacional no es lugar adecuado para la práctica cinegética, y han rubricado las peticiones para que se prohíban las monterías tanto aquí como en otros espacios naturales protegidos de Extremadura. Consideran asimismo que tanto la dirección del Parque como la Junta de Extremadura deberían pensar más en los visitantes, que podrán disfrutar más de la observación de la fauna, la cual sentirá menos miedo al ser humano al no asociarlo con la caza y disminuirá la distancia de huida como ya se ha comprobado en otros parques nacionales.
Por lo mismo critican y califican de irresponsable la campaña mediática sobre una supuesta superpoblación de ciervos dentro del Parque, y piden que se estudien con seriedad medidas que permitan el control natural de estas poblaciones, labor que en nuestros ecosistemas realizan los lobos. Actualmente se observan lobos divagantes que entran en la región y que podrían instalarse en este Parque Nacional si se toman las medidas adecuadas, lo que le dará un atractivo aún mayor para los visitantes al contar con esta especie emblemática. Para ello sería imprescindible una campaña informativa y una política clara de prevención y compensación de daños.
Asimismo consideran que se debe acometer la reducción de la cabaña ganadera dentro del parque, pues los comederos artificiales son aprovechados por los ciervos, aumentando de forma injustificada la población de los ungulados silvestres.
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