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sábado, 24 de julio de 2010

Indiscriminada tala de encinas en Zona de Interés Regional del Embalse de Orellana y Sierra de Pela


Ecologistas Extremadura ha formulado ante la Dirección General de Medio Natural y el SEPRONA una denuncia por la tala de unas 280 encinas centenarias en el paraje “El Sevillano” del término municipal de Puebla de Alcocer. Esta finca se encuentra dentro de la Zona de Interés Regional (ZIR) Embalse de Orellana y Sierra de Pela. Este espacio protegido posee otras figuras de protección como ZEPA, LIC y Humedal Internacional RAMSAR; siendo junto al Parque Nacional de Monfragüe los 2 espacios extremeños con mayor figuras de protección.


En este mismo lugar, durante el mes de marzo, se detectó también la corta de una treintena de encinas en esta dehesa, actuándose inmediatamente; y por parte de la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente se procedió a paralizar esta actividad, dado que se pretende transformar a regadios más de 200 hectáreas de pastos y dehesas en un espacio protegido.


La legislación en materia de impacto ambiental R.D. 1/2008 exige una declaración de impacto ambiental, de la que se carecía por parte de la Administración, al tratarse de un espacio protegido de la Red Extremeña de Áreas Protegidas y que también se encuentra dentro de la Red Natura 2000, por parte de las Directivas Europeas.

El área en cuestión se encuentra en el corazón del ZIR, donde podemos observar buitres leonados, alimoches y águilas perdiceras alimentándose en la zona. En el límite de esta finca con el Embalse de Orellana, Confederación Hidrográfica del Guadiana junto con la Universidad de Extremadura, realizaron mejoras de hábitats en este humedal, donde podemos encontrar el escaso pato colorado o a la cigüeña negra Otras aves de interés que se reproducen en la zona son el alcaraván, milano negro, elanio azul o el aguilucho lagunero. Todas ellas especies protegidas, incluidas en el Catalogo Regional de Especies Amenazadas.


Desde esta asociación, y ante EL FLAGRANTE INCUMPLIMIENTO DE LA PARALIZACIÓN DE OBRAS, pedimos que no se permita bajo ningún concepto la política de hechos consumados, y se exija la restauración del hábitat a sus condiciones originales. Por tanto, exigen que la Administración competente actúe con RIGOR, a la hora de aplicar la legislación en materia de conservación de la naturaleza, con FIRMEZA, para que no se de la impresión falsa de permisividad y desidia y TRANSPARENCIA, a la hora de realizar las diligencias oportunas informando a las asociaciones conservacionistas.



martes, 13 de julio de 2010

Denuncian impunidad por daños a especies catalogadas como "de interés especial" por legislación nacional y autonómica

Ecologistas Extremadura ha formulado ante el SEPRONA y ante la Dirección General de Medio Natural varias denuncias por los últimos atentados sobre el medioambiente sobre los que ha tenido noticias en nuestra comunidad autónoma. Concretamente sobre la destrucción de una colonia de Aviones comunes (Delichon urbica) en Los Guadalperales y sobre la muerte intencionada de una Culebra de Herradura (Hemorrhois hippocrepis) en Monesterio.

Aviones comunes (Delichon urbica) concentrados tras la epoca reproductora antes de emprender el viaje migratorio a Africa

La destrucción de la colonia de Avión común se produjo hace dos semanas en el Bar del Hogar del Pensionista de la localidad de Los Guadalperales. Se derribaron un número indeterminado (entre 10 y 15) de nidos de esta especie de ave insectívora (con pollos y huevos), perteneciente a la familia de las golondrinas (Hirundinidae). Estas aves se alimentan principalmente de dípteros (mosquitos, etc.) que crían, en el entorno de las Vegas Altas del Guadiana, en las aguas de los campos de arroz que anegan toda esa comarca, por lo que su presencia supone un beneficio indiscutible para las personas que viven en estos entornos. Estas aves, como todas las que componen las comunidades que utilizan los campos de arroz, son además un recurso turístico que esta siendo promocionado por las administraciones publicas de Extremadura; principalmente la Junta de Extremadura y la Diputación de Badajoz, para lo cual se están invirtiendo recursos económicos y humanos, cuyo eficacia queda comprometida con acciones de este tipo.

Se da la circunstancia de que el año pasado, aproximadamente por estas mismas fechas fueron derribados en plena temporada de cría un número aproximado de unos 50 nidos de esta misma especie protegida, en los aleros de la iglesia de esta localidad, por lo que la infracción es ya reiterada y al parecer impune, pues sigue cometiéndose año tras año.

El bar del Hogar del Pensionista en Los Guadalperales, con las marcas de los nidos de aviones recien destruidos en los aleros de su tejado.

El hecho de que estos animales críen en los núcleos urbanos incrementa si cabe su funcionalidad en ese sentido mencionado dada la proximidad y la facilidad de observación por parte de los visitantes, siendo además un ejemplo magnifico para mostrar a niños y adolescentes en actividades de educación ambiental. El ejemplo y la enseñanza que se da a los jóvenes es precisamente la contraria de la que debería ser. La imagen a los visitantes, absolutamente tercermundista. Más grave aun si se tiene en cuenta que presuntamente la destrucción reiterada de esta colonia se lleva a cabo por personal del Ayuntamiento pedáneo de Los Guadalperales, que tienen la obligación, como servidores públicos que son, de preservar el patrimonio publico (natural o cultural).

El caso es parecido al publicado en el diario Hoy el pasado 11 de junio –en el que se hablaba de la muerte de una culebra de herradura a manos de un vecino de la localidad de Monesterio, y el pasado 2 de julio, en Badajoz, relacionando la muerte de una especie no identificada de ofidio (de la familia Colubridae, cuyos representantes están todos catalogados como “De Interés Especial”), con la presencia de basura. La salvedad y la diferencia con el caso de los aviones es que este daño es producido por personas particulares que seguramente carezcan de una preparación educativa suficiente para saber que estas especies precisamente lo que hacen es lo contrario de lo que se les acusa; controlar las poblaciones de roedores allí donde abundan. Este ha sido tradicionalmente el gran problema de estos reptiles, la animadversión por parte de la mayoría de las personas, motivada sobre todo por el desconocimiento y por el propio comportamiento de estas especies, para defenderse de las agresiones. Comportamientos que desarrollan para asustar, pues no son venenosas funcionalmente.

Culebra de agua (Natrix natrix), una especie "de interes especial" igual que la que fue muerta en Monesterio o que la de Badajoz (todos los colubridos de Extremadura son "de interes especial")

Dejando a un lado estas importantes consideraciones, señalan que, estas especies están catalogadas por la legislación autonómica y nacional como “De interés especial” habiendo de ser protegida por la administración, que tiene la obligación moral y legal de contribuir a la salvaguarda de sus poblaciones. Así, como se solicita en las denuncias realizadas, se pide que se desarrollen programas de sensibilización efectivos para proteger a estos animales. También se solicita en esas denuncias que se informe a las personas sobre como actuar en caso de encontrar en casa un ejemplar de culebra o de otro animal silvestre que pueda motivar una reacción como las detectadas. Las sanciones a los culpables son también necesarias aunque solo sea porque actúen como medidas coercitivas que hagan que no se produzcan otros posibles atentados como estos.

Ecologistas Extremadura muestra también su asombro y tristeza con que medios de comunicación serios en teoría como el diario Hoy, publique en lugares tan destacados como su contraportada, noticias que no deberían ocupar más que unas líneas en el interior del diario, contribuyendo con ello a la animadversión hacia estos animales e incluso a la alarma social. Dicho diario, solo hacia unos días que publicaba un especial sobre la biodiversidad con motivo del Año Internacional de la Biodiversidad. Las culebras y los aviones también forman parte de nuestra biodiversidad y la enriquecen.