Las
organizaciones conservacionistas de Extremadura lamentan que la
primera y única información hasta ahora sobre la puesta en marcha
de un barco turístico por Monfragüe haya sido en el marco de la
pasada Feria Internacional de Ornitología (FIO), en unos actos de
presentación donde altos cargos de la administración han tutelado
una iniciativa privada llena de exageradas e infundadas expectativas
para los municipios de la zona, mientras se ha ocultado esta
iniciativa en el órgano de participación de la Reserva de la
Biosfera de Monfragüe.
Según
se dijo en la FIO y así aparece recogido en los medios de
comunicación, “esta iniciativa surgió en octubre de 2015 con el
impulso de la administraciones turística y ambiental extremeñas”.
Sin embargo, estas mismas administraciones han ocultado dicha
decisión durante más de un año, sin informar de ella en ninguno de
los órganos de participación de Monfragüe, pese a que deben
hacerlo en temas de esta transcendencia y pese a las preguntas
explícitas sobre la navegación turística, tanto dentro como fuera
del Parque Nacional, realizadas por los representantes de las
organizaciones conservacionistas.
A
juicio de estas organizaciones, resulta también lamentable que la
administración turística y el promotor de esta iniciativa estén
creando excesivas expectativas en los municipios donde se prevé que
funcione este barco, definido en teoría no como barco turístico,
sino como servicio de interpretación ambiental para los visitantes.
En realidad, el correcto desarrollo de un servicio tan especializado
y delicado como la navegación por una de las zonas más sensibles de
la Reserva de la Biosfera de Monfragüe, exigiría la selección de
una empresa muy bien preparada, en base a unas prescripciones
técnicas rigurosas y que den garantía de calidad. Sin embargo, el
promotor privado elegido directamente por la administración tiene un
historial poco prometedor, ya que es el responsable del barco del
Tajo Internacional, que tras muchos años de actividad, se ha
convertido en un mero transbordador para ir a comer a Portugal, sin
nada que recuerde a su origen como servicio de interpretación
ambiental (el mismo previsto para el actual barco de Monfragüe).
Las
organizaciones conservacionistas muestran su preocupación porque las
administraciones regionales han mostrado que quieren “manejar”
estos temas de forma oculta, sin informar a la sociedad y
trabajando, en este caso, por el interés privado de una única
empresa, en vez de hacerlo por el interés general. El turismo
sostenible en Monfragüe debe pasar necesariamente por la
conservación de nuestro patrimonio natural, así como por la
promoción de un modelo turístico que incluya a las empresas más
preparadas y eficaces para la gestión de actividades en el
territorio que sean capaces de compatibilizar la viabilidad económica
con la preservación del medio y sus extraordinarios valores, por sus
propios medios y sin necesidad de “padrinos” de la
administración.
En
este sentido, las ONG ambientales van a pedir a los directores
generales de medio ambiente y turismo más información sobre la
actividad de navegación anunciada en FIO y solicitarán que dicha
concesión de navegación se adjudique a través de un procedimiento
reglado con unas condiciones técnicas rigurosas y que todo ello se
haga de forma pública y transparente.
Creo que este barco puede ser perjudicial para la fauna que necesita tranquilidad
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