El proyecto
contempla construir una mina a cielo abierto de al menos 300 metros
de profundidad, lo que supondrá la voladura de millones de toneladas
de tierra y rocas, generando un enorme agujero de más de un
kilómetro de diámetro
También está
previsto el tratamiento de las menas de litio con procesos de
lixiviado en ácido sulfúrico y de calcinación con sales de
sulfato, lo que implicará un enorme consumo de agua y la generación
de residuos muy peligrosos
Tras informar
a colectivos sociales y vecinales de la ciudad, se acuerda la
creación de una plataforma llamada “Salvemos la Montaña de
Cáceres”.
Las principales ONG dedicadas a la conservación de la naturaleza de Extremadura –Ecologistas Extremadura, SEO/BirdLife, Adenex, Ecologistas en Acción, la Sociedad Extremeña de Zoología, AMUS, GRUS, DEMA y la Fundación Global Nature – quieren alertar a la población sobre los enormes riesgos ambientales de esta mina a cielo abierto para la obtención de litio a escasos tres kilómetros de la ciudad de Cáceres.
Las principales ONG dedicadas a la conservación de la naturaleza de Extremadura –Ecologistas Extremadura, SEO/BirdLife, Adenex, Ecologistas en Acción, la Sociedad Extremeña de Zoología, AMUS, GRUS, DEMA y la Fundación Global Nature – quieren alertar a la población sobre los enormes riesgos ambientales de esta mina a cielo abierto para la obtención de litio a escasos tres kilómetros de la ciudad de Cáceres.
Las voladuras
para la apertura de la mina y la extensión de la misma para alcanzar
las zonas más profundas con vetas de litio, que los informes de la
empresa australiana Plymouth Minerals sitúan a 300 metros, hará
desaparecer todo el valle del arroyo Valhondo, a los pies de la
Sierra del Portanchito, produciendo vibraciones constantes que
afectarán a todas las construcciones del entorno, así como emisión
de polvos, ruidos y tráfico de vehículos pesados. Las enormes
cantidades de explosivos deberán ser transportados regularmente a la
zona y almacenados en polvorines, generando una circulación de
materiales muy peligrosos que puede alterar la circulación en las
carreteras cercanas y suponer riesgos notables para ciudadanos y
conductores.
Para la obtención
del litio a partir de los millones de toneladas de piedras y rocas
que pretenden ser extraídas de la mina, no muy lejos deberán
instalarse los complejos para la lixiviación con ácidos y la
calcinación con sales de sulfato, que son los procesos descritos por
la empresa minera australiana en sus informes sobre el yacimiento
cacereño. La lixiviación requiere el empleo de millones de metros
cúbicos de agua para la disolución del mineral y su reacción con
ácidos, para lo que normalmente se usan grandes cantidades de ácido
sulfúrico. Todo el proceso genera lodos y aguas fuertemente
contaminadas que deben depositarse en enormes piscinas o depósitos
de decantación, como el de Aznalcollar, que en 1998 sufrió la
rotura de su dique de contención causando un desastre ambiental que
contaminó gravemente el cauce del río Guadiamar, principal aporte
de agua a las marismas de Doñana. En este caso, la cuenca amenazada
por los vertidos y la contaminación sería la del río Guadiloba y
el embalse del mismo nombre, que es el embalse de abastecimiento de
agua potable a la ciudad de Cáceres y su entorno (más de cien mil
habitantes).
Otro proceso
descrito para la futura obtención de litio de la mina cacereña
sería la calcinación de las menas de mineral para la obtención de
carbonato de litio como producto final. Se trata de la cocción en
hornos a altas temperaturas, con sales de sulfato, generando
importantes emisiones de gases de combustión.
Las ONG
ambientales de Extremadura reconocen que el litio es una materia
prima valiosa, altamente demandada para la producción de baterías
de última generación, pero su extracción a cielo abierto en las
inmediaciones de Cáceres constituye un proyecto catastrófico para
el medio ambiente y la calidad de vida de los ciudadanos del entorno.
La minería a
cielo abierto es la opción más barata y más destructiva para el
medio ambiente, existiendo alternativas más costosas que, al
parecer, las empresas mineras relacionadas con los estudios de
viabilidad del yacimiento cacereño no se están planteando. Por otro
lado, los procesos de obtención del mineral son altamente
contaminantes en todos los casos, exigen grandes recursos de agua que
no existen en la zona y provocan residuos peligrosos que ponen en
riesgo la salud de las personas y miles de toneladas de escorias que
destruirán el paisaje circundante.
Es brutal como las empresas mineras van arrasando mientras se acumulan estos y otros minerales en tremendos vertederos de basura, apoyaré a Ecologistas Extremadura y a la plataforma para detener esta nueva tropelía contra Extremadura. hay que presionar para que esto no se autorice.
ResponderEliminarUn crimen que no podemos consentir
ResponderEliminarSe está creando un movimiento impresionante, muchos cacereños estamos en contra, lo vamos a parar, pese a algunos políticos impresentables que tenemos.
ResponderEliminarY no se dice nada de la posible contaminación del Calerizo?
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