Hasta el miércoles se están celebrando unas jornadas sobre bosques, cambio climático y medioambiente en la Asamblea de Extremadura en Mérida.
Desde la “Federación de Asociaciones Térmicas No” nos congratulamos y felicitamos a sus organizadores, la Asociación Extremeña de Empresas Forestales y de Medioambiente, por la celebración de este evento. Nos parece excelente que haya empresas en Extremadura que a través del desarrollo sostenible y de regenerar el medioambiente estén creando empleo y riqueza en nuestra tierra.
En estas jornadas además de los técnicos expertos en los temas tratados intervienen también representantes de instituciones, como el Sr. Guillermo Fernández Vara Presidente de la Junta de Extremadura, el Sr. José Luis Navarro Consejero de Industria, Energía y Medioambiente y los señores Miguel Bernal y Julián Carretero Secretarios Regionales de los sindicatos UGT y Comisiones Obreras respectivamente. Todos ellos han venido promoviendo con su silencio y pasividad todo lo contrario de lo que se presenta en estas jornadas. Es contradictorio que personas, que están permitiendo la instalación de centrales térmicas de ciclo combinado en Extremadura, que emitirían a la atmósfera millones de toneladas de gases causantes del cambio climático, asistan a estas jornadas en las que se defiende lo contrario.
Como dudamos de que se haya producido un cambio de actitud en estos representantes de la sociedad extremeña sólo podemos deducir que con su asistencia y apoyo a estos actos, no pretende otra cosa que manipular la opinión pública y engañar a los ciudadanos ante un tema tan sensible como es el cambio climático. No es de recibo que estos representantes públicos vayan a lavarse la cara propagando lo que les preocupa el cambio climático y el empleo, y a la vez estén permitiendo la instalación de 4 Centrales Térmicas que emitirían 9 millones de toneladas al año entre las cuatro y darían 35 puestos de trabajo cada una, o promoviendo una refinería que emitiría 1,7 millones de toneladas de CO2 al año y generaría 250 puestos de trabajo. Hay que tener en cuenta que toda la industria extremeña emite actualmente 1,4 millones de toneladas al año y emplea a 44.000 personas.
La riqueza forestal de Extremadura, con el 75 por ciento de su superficie plantada de bosques, no puede servir para reclamar un presunto derecho a contaminar más, ya que para absorber los 1,7 millones de toneladas de CO2 que emitiría la refinería, sería necesario plantar una arboleda tan extensa como dos veces la superficie de Extremadura. Para eliminar de la atmósfera los 3 millones de toneladas que emitiría una de las centrales térmicas de ciclo combinado, que se quiere dejar instalar en la comarca de Mérida, sería necesario plantar de encinas una superficie equivalente a 4 veces la superficie de Extremadura y esperar unos decenios a que crecieran lo suficiente para poder absorber todo este CO2 y además evitar que se incendien ya que se devolverían a la atmósfera en unos días lo captado en años.
Como apunta la organización Greenpeace, la necesaria conservación de los bosques no debería emplearse como excusa para eludir la obligación de reducir las fuentes de emisión de CO2, como la quema de combustibles fósiles en centrales térmicas y transporte.
En resumidas cuentas como dirían nuestros mayores. “No es más limpio, quien más limpia, sino quien menos ensucia”.
