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Coincidiendo con la cumbre Hispano-Lusa en Badajoz, Ecologistas en Acción Extremadura reitera su rotunda oposición al AVE Madrid-Lisboa y lamenta el escaso interés del Ministerio de Fomento y la Junta de Extremadura por el transporte sostenible, reivindicando inversiones sostenibles en el tren convencional y la reapertura a corto o medio plazo de la línea Ruta de la Plata.
Consideran la construcción del AVE un error histórico porque conlleva graves impactos socioambientales para el futuro de Extremadura, pues el AVE supone un enorme coste de oportunidad, debido a que esos mismos recursos podrían destinarse a la inversión en el ferrocarril convencional que mejora la accesibilidad de todas las personas con independencia de su situación económica o geográfica.
Ecologistas en Acción cree que muchos de los partidarios del tren de Alta Velocidad han sobrevalorado conscientemente los supuestos beneficios, han subestimado los costes y han ignorado los impactos ambientales. Por ello la asociación ecologista manifiesta que la construcción del AVE implica la postergación y el abandono del ferrocarril convencional y de sus infraestructuras, con riesgos inaceptables para la seguridad de los viajeros como se ha evidenciado en el reciente descarrilamiento del Talgo Lusitania en San Vicente de Alcántara. Asimismo, conlleva un desmesurado consumo de energía de origen no renovable, pérdidas de empleo en el sector ferroviario o enormes impactos ecosociales sobre el territorio, como la alteración y fragmentación de hábitats o el aumento de los desequilibrios entre zonas rurales y urbanas, en perjuicio de las primeras.
Por otra parte, denuncian los ecologistas, la entrada en funcionamiento del AVE haría aún más inviable ambiental y económicamente el aeropuerto de Talavera la Real, por el trasvase de la mayoría de sus ya escasos viajeros al AVE, que de ese modo no perderían tiempos de espera en el aeropuerto de origen y en Barajas.
Ante esta situación, solicitan a la Junta y al Gobierno de la nación un Plan de Transporte que se adapte a las necesidades reales de Extremadura y que contenga nuevos convenios de infraestructuras y servicios para el ferrocarril convencional, antes incluso de que expire en 2010 el vigente convenio suscrito por la Junta de Extremadura con ADIF y el Ministerio de Fomento.
Asimismo, abogan por la reapertura de la Ruta de la Plata para trenes de viajeros y mercancias, que sería rentable ambiental, social y económicamente, teniendo en cuenta que no habría que invertir dinero en expropiaciones y que los compromisos internacionales adquiridos por la Unión Europea en un escenario post-Kioto obligan a una mayor reducción de los gases de efecto invernadero.
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