miércoles, 10 de octubre de 2007

Artículo de opinión-Tribuna Agua de la Presa de Alange para la refinería

AGUA DE LOS EXTREMEÑOS PARA EL BENEFICIO ECONÓMICO DE GALLARDO Y SUS SOCIOS

El pasado mes de septiembre puede decirse que empezó formalmente, tratando de superar los primeros impedimentos administrativos, la andadura de la refinería del Sr. Gallardo y de todos los socios participantes en este proyecto industrial, incluidos, con aproximadamente el 20 por ciento de la participación, todos los contribuyentes que financiamos con nuestros impuestos a SOFIEX (la Sociedad para el Fomento Industrial de Extremadura, dependiente de la Junta de Extremadura).


Embalse de Alange presa a la izquierda, cerro del Castillo y localidad de Alange a la derecha

Se trata este trámite de un Estudio de Impacto Ambiental que preceptivamente debe acompañar a la Solicitud de Concesión de Agua para el Abastecimiento de Refinería Balboa, que en realidad ya incluye un Proyecto Básico de Ejecución de Obra, con una descripción profusa de cómo serán las captaciones de agua, las conducciones, etc... Dicho estudio no es o no debería convertirse en un simple trámite o un impedimento administrativo ya que, en realidad, la Evaluación de Impacto Ambiental constituye una herramienta que debería permitir a la sociedad extremeña protegerse de proyectos demasiado agresivos contra su medio ambiente, contra el aire que respira, contra su medio de vida o contra el agua que necesita para sus actividades cotidianas.

Aquí se manifiesta ya el primer gran error de este estudio, en el que hemos coincidido varias organizaciones a la hora de alegar: se trata de un error de forma -y de fondo, porque nos parece intencionado a todas luces-, y es que no es igual el impacto ambiental que produce una concesión de agua, que el que produce una refinería de petróleo que incluye, entre otros cientos de agresiones ambientales, una concesión de agua (por otra parte nada despreciable como veremos más adelante). No es lo mismo una solicitud de un permiso de armas simplemente, que la solicitud de un permiso de armas hecha por un furtivo reincidente. Este defecto de forma y de fondo es suficiente para desestimar la solicitud de concesión; el proyecto y los daños ambientales que pueden producirse deben analizarse de forma conjunta, no por partes. Así, seguro que los daños aunque graves, aparecerán como soportables. ¿Qué harán después, redactar distintos proyectos para cada una de las chimeneas? Gallardo y las grandes empresas socias de Refinería Balboa deben de tener un concepto muy bajo de los extremeños, del resto de pequeños socios de este proyecto industrial. "Divide y vencerás" se dirán; divide un enorme daño ambiental, y te quedarán muchos daños ambientales pequeños o medianos, y sacándolos gota a gota, irán pasando desapercibidos. Tratan de llevar a cabo esta premisa incluso para desestabilizar a los integrantes del movimiento anti-refinería, -a los radicales, como los llamaba hace unos días el destacado dirigente socialista Francisco Fuentes Gallardo, el sobrino de Gallardo, a quien más valdría disimular un poco e inhibirse en estos temas refineros; cualquiera diría que le va algo en el asunto.


Refinería de Tarragona

Si sólo se tratara de una concesión de agua, de la captación y de las conducciones y depósitos, los daños ambientales se restringirían a los que se analizan en ese estudio de impacto ambiental presentado por la empresa. Pero el asunto es muy diferente: el que se afecte con una captación en superficie a la calidad de unas aguas destinadas entre otras finalidades a consumo humano supone un impacto ambiental importante por sí solo, pero si se añade que con esas aguas se contribuirá a contaminar gravemente el aire que se respira en Tierra de barros, la cosa empeora enormemente.

En otro sentido, aunque solicitan una concesión de 3700 millones de litros anuales del Embalse de Alange las instalaciones se han diseñado para 6000 millones. Solicitarán por tanto aumentar el caudal de agua en cuanto puedan, no seamos inocentes. Pues bien, el que se pretenda extraer esa cantidad de agua en un embalse deficitario que abastece a cuatro pueblos -y cuyas aguas se utilizan asimismo en los regadíos de las Vegas Bajas del Guadiana a través del Canal de Montijo-, supone un impacto destacado, máxime teniendo en cuenta que en momentos de sequía se necesita asegurar el abastecimiento a las poblaciones y a los cultivos y sólo en último término la actividad industrial. Tenemos una experiencia muy cercana y bochornosa con la Mina de Aguablanca en Monesterio, que se quedó con la última sequía sin agua y se dedicó frenéticamente a pinchar pozos que secaban los de los ganaderos e incluso los que abastecen al propio pueblo y asimismo a llevar a cabo un trasvase entre cuencas hidrográficas silenciado y disimulado vergonzosamente por la administración extremeña y estatal. Ese año no hubo ni piscina en Monesterio. Por tanto, pararán antes los abastecimientos a la población que la refinería del Sr. Gallardo, no lo duden. Aun así, este impacto no sería nada en comparación al de contaminar además las aguas del Guadiana después de los cientos de procesos industriales de una enorme planta de refino de petróleo y de los efluentes tóxicos que se verterán a nuestros ríos. ¿Cómo serán las aguas que recibirá Badajoz llegado ese momento? No conseguimos imaginarlo; da auténtico miedo.


Vertidos de petroquímicas de Tarragona al Arroyo Francolí, contaminación

Por otra parte, el Embalse de Alange fue analizado y evaluado por un grupo de investigadores de la Universidad de Extremadura hace varios años como portador de un gran valor medioambiental debido a las poblaciones de aves y mamíferos acuáticos que sustenta (aunque inferior al valor ambiental previo al propio embalse, claro). La calidad ambiental se basaba principalmente en ser el hábitat de grandes poblaciones de dos especies aviares que permiten caracterizarlo como de una importancia internacional; de otras ocho de una importancia nacional y con un valor de diversidad biológica también destacable en ese mismo ámbito. Tras este análisis y evaluación, la Junta de Extremadura lo propuso para integrar la Red Natura 2000 de la Unión Europea, y fue declarado Zona de Especial Protección para las Aves. Ahora en cambio se pretende, como decíamos, captar aguas del embalse en superficie, con las molestias que supondrá, pudiéndolo hacer de las salidas existentes a pie de presa (ni siquiera contemplan esa posibilidad). No dudan en hacer perder este valor ambiental a este humedal amenazando también una fuente de ingresos que vienen del sector turístico.

A pesar de todo ello, este daño no es nada, si se tiene en cuenta la amenaza petrolera sobre el sector vitivinícola en la productiva Tierra de Barros; ¿a quien le va a apetecer vinos aromatizados con los efluvios de Gallardo? Las citadas tomas en superficie son más dañinas si se analizan conjuntamente con el resto de esta macro industria.

Si al menos -como socios que seremos de la refinería, igual que este señor- nos quedara el consuelo de la ganancia económica que se va a llevar él... Que no nos digan que nuestra ganancia van a ser los puestos de trabajo. Y él ¿se conformaría con esa ganancia sola, lo mismo que Caja Madrid, Iberdrola y compañía? Los puestos de trabajo son por descontado, faltaría más; la refinería generará ganancias y es justo que revierta en los contribuyentes. ¿O será sólo otro regalo más para ese empresario megalómano?

Ecologistas Extremadura

Modelo de Alegación a la Concensión rtf:

Modelo de Alegación a la Concensión pdf:

1 comentario:

Anónimo dijo...

El clan Gallardo se está forrando con nuestro dinero y ahora también con nuestra agua.
Refinería No.