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sábado, 12 de enero de 2008

Piden apoyo para los pequeños inversores en energías renovables

“Ecologistas Extremadura pide un cambio en el enfoque de las energías renovables en la región que dé más oportunidades al pequeño y mediano inversor extremeño y una evaluación ambiental más cuidadosa de los proyectos. Asimismo, solicitan esfuerzos reales en ahorro y eficiencia energética y una mayor coherencia por parte de las administraciones públicas. También manifiestan su preocupación por el impacto que pueden tener algunos grandes parques solares y los futuros parques eólicos, especialmente sobre aves de especies protegidas”.

Parque Solar en ZEPA del que Ecologistas Extremadura ha pedido explicaciones por poder afectar negativamente a aves esteparias protegidas

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Ecologistas Extremadura opina que la construcción de las numerosas plantas solares proyectadas -que a priori es una buena noticia- no tiene que ser a costa de los valores ambientales, y que la administración debe exigir una serie de requisitos ambientales. En este sentido, los ecologistas apuestan por que las centrales de producción eléctrica se instalen lo más cerca posible de los lugares de consumo, evitando el impacto de su transporte y la afección a los enclaves naturales que por su distancia a los núcleos más densamente habitados tienen un mejor grado de conservación.

Por parte de la asociación se considera acertado el criterio de evitar el arranque de arbolado autóctono, pero recuerdan que entre las llanuras desarboladas y bien soleadas, tan abundantes en Extremadura, algunas son lugares en donde encontramos una ornitofauna esteparia singular como Avutardas, Sisones, Grullas, Alcaravanes, Chorlitos, Ortegas, Gangas y aláudidos de un valor reconocido por diferentes normativas internacionales, nacionales y autonómicas, que exigen la gestión de estos valores de forma que las diferentes actuaciones no disminuya sus poblaciones.

Ecologistas Extremadura, por descontado, apoya decididamente las renovables, pero asimismo cree que su implantación debe ser consecuencia de un plan energético regional y racional, que comience con el ahorro y la eficiencia, y en el que se tengan en cuenta las necesidades energéticas la región, y en el que se considere impostergable el cierre definitivo de la central nuclear de Almaraz. En este sentido, recuerdan que el hecho de haber abastecido al conjunto del Estado de energía eléctrica durante decenios (más del 70 % de la energía producida se ha estado consumiendo fuera) no puede ser en modo alguno una condena para Extremadura; más bien al contrario, debe recompensarse eximiéndola de nuevos proyectos contaminantes y poco generadores de empleo como las centrales térmicas de gas y gasóleo, sin olvidar el cierre de la central nuclear de Almaraz en la fecha prometida, 2010.

Por todo ello, esta Asociación pide que la instalación de plantas solares y eólicas en Extremadura se realice con las necesarias garantías y una evaluación de impacto ambiental adecuada que permita la participación pública, con un fácil acceso a la documentación de los proyectos para que los ciudadanos o asociaciones que se consideren afectados puedan alegar, excluyendo los espacios naturales más valiosos y rechazando los proyectos que supongan un impacto inaceptable.

Tanto Ecologistas Extremadura como otras asociaciones han alegado contra determinados proyectos de parques solares, y han pedido información sobre otros que podrían carecer de una correcta evaluación de impacto ambiental, y echan de menos que no se haya excluido de estos grandes proyectos los espacios de Red Natura 2000 y otros lugares de gran valor ecológico como sí se ha hecho, de forma muy acertada, con la energía eólica.

No obstante, insisten en que la aplicación de estos criterios en ningún modo representa un rechazo a estas fuentes energéticas renovables, sino simplemente una llamada a la sensatez en su implantación que no puede ser a cualquier precio. Consideran que, dado el gran volumen de parques propuestos, resulta necesario que la Administración se dote con un número suficiente de técnicos cualificados en conservación que estudien los proyectos y eviten que la implantación de las energías renovables, llamadas a sustituir a las contaminantes, causen daños al medio ambiente.

Las placas solares en los tejados de las ciudades tienen un impacto ambiental muy reducido y son una fuente de energía inagotable

Además, desde Ecologistas Extremadura se viene reclamando desde hace tiempo ayudas autonómicas con suficiente cuantía para quienes deseen instalar placas solares fotovoltaicas o pequeños aerogeneradores conectados a red tanto en los tejados de sus viviendas como en naves industriales, así como facilidades en la tramitación y el acceso a la información para los ciudadanos interesados. También reclaman más plazo y presupuesto para las ayudas a la solar térmica, así como a las renovables en construcciones aisladas.

En este sentido -y habida cuenta del reducido impacto de estas fuentes energéticas- consideran que sería un error poner límites a estas producciones en cascos urbanos, tal y como parece deducirse de las declaraciones del Consejero de Industria Energía y Medio Ambiente, que parece haber pactado con las compañías eléctricas el que sólo se permita verter a red el 50% de la producción de energía renovable de pequeños productores.

Por lo mismo consideran imprescindible que se den pasos más decididos en ahorro y eficiencia energética. En este sentido, consideran inaplazable el que las construcciones de promoción pública y los edificios de las administraciones sean bioclimáticos y eficientes, dando así el ejemplo que la sociedad les reclama.


Las placas solares térmicas son una inversión rentable y ecológica permitiendo suministrar agua caliente sin emitir gases contaminantes

miércoles, 15 de noviembre de 2006

Junta de Extremadura y órganos de participación pública

Ecologistas en Acción de Extremadura se ha desvinculado de las continuas y rimbombantes declaraciones que se vienen realizando -tanto desde la Consejería de Agricultura y medio ambiente como desde la Dirección General de Medio Ambiente-, en las que se alardea de dar participación pública a los diferentes colectivos sociales en las decisiones que se toman, y en concreto se cita la participación de Asociaciones conservacionistas y ecologistas en las juntas rectoras o en el Consejo Asesor de Medio Ambiente (CAMEX).

Desde Ecologistas en Acción de Extremadura critican el mal uso que hace la Junta de Extremadura de estos órganos de participación ciudadana, que son utilizados básicamente como escaparate para presentar iniciativas, como excusa para no facilitar la información a las Asociaciones que no están allí representadas, en vez de lo que deberían ser: auténticos órganos consultivos y de debate que sirvan para pulsar de primera mano las inquietudes de los diferentes sectores de la sociedad.

Pero lo que especialmente les preocupa es que dichos órganos sean empleados de modo recurrente para justificar las decisiones políticas de la Junta de Extremadura, haciendo creer falsamente que muchas de las decisiones que se toman son compartidas por todos los colectivos sociales -entre los que se intenta incluir, claro está, a todo el movimiento ecologista-, pese a que la Junta conoce perfectamente la oposición de Ecologistas en Acción de Extremadura y otras asociaciones ecologistas a algunas decisiones que se toman.

En este sentido, desde Ecologistas en Acción de Extremadura han manifestado su estupor e indignación ante la decisión de la Junta de Extremadura de no permitir que una asociación con implantación en toda Extremadura disponga de un solo representante en ninguno de los espacios protegidos de la región, pese a la solicitud expresa de este colectivo antes de que se constituyeran los mismos, tal y como desde la propia administración autonómica se les pidió.

Desde Ecologistas en Acción de Extremadura consideran que la Junta de Extremadura ha primado la presencia de algunos grupos que, a juicio de la Administración, pudieran ser más influenciables o dependientes de los recursos que les aporta mediante subvenciones, y siente en cambio escaso interés por la presencia de las organizaciones ciudadanas que, como Ecologistas en Acción de Extremadura, se mueven con absoluta independencia política y económica. En ese sentido, dicha organización recalca que entre los cargos de representación de Ecologistas en Acción de Extremadura no se permite la presencia de personas con relevancia en ningún partido político ni se solicitan subvenciones desde la federación regional a ningún organismo público.

Central Térmica de ciclo combinado Castejón similar a la que se pretende instalar en Alange.

Asimismo desean poner de manifiesto que, hasta la fecha, únicamente se ha permitido a Ecologistas en Acción de Extremadura participar en una reunión del CAMEX -fruto de una petición conjunta de todos los grupos con representación en ese órgano-, y que en la misma, lejos de reinar el consenso entre las Asociaciones Ecologistas y la administración autonómica, como al parecer intenta hacer creer la Junta de Extremadura, se puso de manifiesto el descontento general de las Asociaciones Ecologistas con la política ambiental y de desarrollo promovida desde la Administración, siendo quizá lo más destacado el enfrentamiento existente por los proyectos de Refinería, Térmicas, o la política forestal.

Por otra parte también critican el proceder de algunas organizaciones agrarias, que fomentan una alarma social injustificada entre agricultores y ganaderos, empeñadas al parecer en hacer pensar a los ciudadanos que la creación de un espacio protegido puede conllevar automáticamente la expropiación de sus terrenos, la prohibición de cultivar la tierra en terrenos agrícolas o poseer ganado. Dichos extremos, como ya ha aclarado la Junta de Extremadura en varias declaraciones, son falsos.

Además desde esta Asociación recuerdan que los fondos Europeos van a primar las explotaciones agroganaderas sostenibles ya existentes en los espacios incluidos dentro de la red Natura 2000, que además les dará una imagen de respeto ambiental y menor presencia de contaminantes ante el consumidor que facilitará su venta entre ciudadanos cada vez más concienciados y exigentes, con lo que lejos de ser un perjuicio serán un beneficio para quienes tengan sus fincas dentro de estos espacio protegidos.

Arroyo Barbaón en Monfragüe.

En este sentido recalcan que en los espacios protegidos lo único a lo que parece atreverse la Junta de Extremadura hasta ahora es a hacer cumplir las leyes que se incumplen sistemáticamente en el resto de la región por la dejación de la administración autonómica y de muchos ayuntamientos. Por todo ello exigen una política más comprometida con la conservación del medio ambiente; una política que ponga freno a la degradación de nuestros espacios naturales originada por la especulación urbanística y a la extinción de especies como ya puede haber ocurrido -o puede suceder en un plazo breve- con el Lobo Ibérico, la Anguila o el Lince Ibérico.