martes, 30 de mayo de 2006

Irregularidades en la investigación del envenenamiento de buitres en Carrascalejo



Piden a la Fiscalía, al Seprona y a la Consejería de Medio Ambiente que aclaren las circunstancias del caso y que se suspenda la actividad cinegética en el coto.

La localización de 8 Buitres Negros y Leonados posiblemente envenenados en la localidad cacereña de Carrascalejo ha movido a los grupos Ecologistas en Acción de Extremadura y WWF-ADENA a actuar para que se esclarezcan los hechos y para que se sancione con severidad a los culpables.

A juicio de ambas asociaciones este es un caso gravísimo que pone de relieve el daño que puede ocasionar el veneno en las especies protegidas y el descaro con el que actúan los envenenadores en determinadas zonas sin que las autoridades hagan todo lo que deben para evitarlo.

El caso de Carrascalejo está siendo estudiado por WWF-ADENA y Ecologistas en Acción de Extremadura, no sólo por la gravedad de los hechos, sino porque todo apunta a que ha habido una serie de actuaciones irregulares en su investigación. Así, miembros de estas asociaciones desplazados al lugar de los hechos han podido comprobar que en la escombrera del pueblo se han podido enterrar parte de los cadáveres de buitres encontrados por el SEPRONA. Diversos testimonios apuntaban en esa dirección y, tras comprobar la posibilidad de que bajo los escombros se encuentren tapados con cal viva los cadáveres de buitres, y quien sabe si los cebos que han de servir de prueba para denunciar y sancionar el más que posible delito, se ha decidido pedir información al SEPRONA y a la Consejería de Medio Ambiente. Para ello también se ha tramitado un escrito de denuncia a la Fiscalía para que garantice el esclarecimiento de los hechos y, por otro lado, se está estudiando la personación de las asociaciones en la causa penal que se abra.

Escombrera de Carrascalejo bajo la cual se enterraron los buitres envenenados.

Entretanto se aclaran las circunstancias y dada la situación de emergencia y de desequilibrio ecológico que ha producido la muerte de los buitres, las asociaciones ecologistas exigen a la Consejería de Medio Ambiente la suspensión de la actividad cinegética ya que antes de autorizarla hay que asegurar que no hay persistencia del veneno en las especies del coto y que se recupera el equilibrio ecológico alterado.

Hay que destacar que el veneno está afectando a una de las zonas más valiosas de la Península Ibérica por su fauna. Se da la circunstancia de que esta zona de Cáceres limítrofe con la provincia de Toledo está rodeada de importantes colonias de Buitre Negro y de Buitre Leonado, como las que existen en las Sierras de las Villuercas y en el Valle del Tajo, está en el corredor que une los Parques de Cabañeros y de Monfragüe, y, además, es hábitat de numerosas especies amenazadas como el Águila Imperial, el Águila Perdicera, el Águila Real, el Alimoche, la Cigüeña Negra y, posiblemente todavía, el Lince Ibérico. Es por eso que el uso frecuente e impune que se da del veneno tanto en Cáceres como en las zonas limítrofes de Toledo supone un problema muy serio y debe ser perseguido con energía.

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