Ecologistas Extremadura desea expresar su profundo desacuerdo con la tergiversación que de la Ley de Caza que, a su parecer, se viene haciendo desde la Junta de Extremadura, especialmente en lo que se refiere al Parque Natural de Cornalvo y al Parque Nacional de Monfragüe.
En opinión de los Ecologistas, la Junta se salta a la torera la Ley de Caza 8/90 y su modificación del 2001, donde se dice claramente que en un Parque Natural está prohibida la caza salvo por motivos de orden biológico, técnico o científico debidamente justificados y autorizados por la Dirección General del Medio Natural. Lo mismo dice la Ley 8/98 de Conservación de la Naturaleza y de los Espacios Naturales de Extremadura.
En opinión de los Ecologistas, la Junta se salta a la torera la Ley de Caza 8/90 y su modificación del 2001, donde se dice claramente que en un Parque Natural está prohibida la caza salvo por motivos de orden biológico, técnico o científico debidamente justificados y autorizados por la Dirección General del Medio Natural. Lo mismo dice la Ley 8/98 de Conservación de la Naturaleza y de los Espacios Naturales de Extremadura.
Con olímpico desprecio de dicha legislación –y para vergüenza de una mayoría de extremeños- se inicia un año más el carrusel de monterías programadas en el Parque Nacional, ignorando el bienestar e incluso la seguridad de los miles de visitantes que recibe el Parque por estas fechas. En concreto, el 24 de enero y el 14 de febrero le toca el turno a una sociedad deportiva que, por cierto, se halla en curso de una resolución administrativa por parte de la Consejería, por presuntas irregularidades en la gestión de las piezas matadas.
Asimismo, Ecologistas Extremadura muestra su disconformidad ante la cerrazón que, año tras año, viene mostrando la directiva del Parque respecto a estas actuaciones cinegéticas. Gracias a la práctica anacrónica de este mal llamado deporte, en el que prima el interés de una minoría, Monfragüe es ya tristemente conocido no sólo en España sino también en Europa como un lugar en el que se evidencia de forma escandalosa la incapacidad de gestionar el medio ambiente con criterios respetuosos.
Asimismo, Ecologistas Extremadura muestra su disconformidad ante la cerrazón que, año tras año, viene mostrando la directiva del Parque respecto a estas actuaciones cinegéticas. Gracias a la práctica anacrónica de este mal llamado deporte, en el que prima el interés de una minoría, Monfragüe es ya tristemente conocido no sólo en España sino también en Europa como un lugar en el que se evidencia de forma escandalosa la incapacidad de gestionar el medio ambiente con criterios respetuosos.
Por último, insisten en rechazar -una vez más- el manido argumento de que es preciso controlar el exceso de ejemplares, cuando lo que se debe perseguir es la alimentación artificial que miembros de la Asociación han tenido ocasión de comprobar sobre el terreno.
En este sentido la presencia del lobo ibérico -que hace pocos años se extinguió de su último reducto en la Sierra de San Pedro, ante la pasividad y permisividad más absoluta de la Junta de Extremadura- parece una necesidad para la selección natural de las poblaciones de herbívoros (ciervo, jabalí, corzo) y consideran que sería la forma más adecuada para evitar algún posible problema de superpoblación y epizootias. Desde Ecologistas Extremadura consideran que se hace necesario un plan de recuperación del lobo ibérico en Extremadura que permita el asentamiento de individuos procedentes de Castilla y León. Este plan debería contar con un equipo técnico y humano que, entre otros aspectos, prevenga conflictos innecesarios con adecuada compensación para hipotéticos daños, equipos especializados en reconocer los daños causados por esta especie frente a los de perros cimarrones, ayudas a ganaderos para que tomen medidas preventivas que eviten daños fortuitos (mastines que cuiden rebaños, rediles protegidos...). Además el lobo ibérico, que despierta gran interés para un importante sector de la población, dotaría a Monfragüe de un sello de calidad ambiental que lo haría más atractivo para el visitante.
Si aun así las poblaciones no fueran capaces de autorregularse, entonces serían deseables otro tipo de prácticas –eliminación selectiva- que podrían ser encomendadas a agentes del medio ambiente.
Solicitan que se impida a la montería de un coto de Jaraicejo entrar en el Parque Nacional de Monfragüe
Campaña de firmas contra las monterías en el Parque Nacional de Monfragüe
Denuncian la celebración de una Montería en el Parque Nacional de Monfragüe el 9 de Noviembre de 2007
Denunciada la celebración de monterías en el Parque Nacional de Monfragüe
Montería sin señalizar en la ruta Carlos V
Montería en la Portilla del Tiétar mirador de aves en Monfragüe
Montería celebrada en la zona de reserva del Parque Natural de Monfragüe 17 diciembre 2004
Incumplimiento ley de Conservación de la Naturaleza en Monfragüe
En este sentido la presencia del lobo ibérico -que hace pocos años se extinguió de su último reducto en la Sierra de San Pedro, ante la pasividad y permisividad más absoluta de la Junta de Extremadura- parece una necesidad para la selección natural de las poblaciones de herbívoros (ciervo, jabalí, corzo) y consideran que sería la forma más adecuada para evitar algún posible problema de superpoblación y epizootias. Desde Ecologistas Extremadura consideran que se hace necesario un plan de recuperación del lobo ibérico en Extremadura que permita el asentamiento de individuos procedentes de Castilla y León. Este plan debería contar con un equipo técnico y humano que, entre otros aspectos, prevenga conflictos innecesarios con adecuada compensación para hipotéticos daños, equipos especializados en reconocer los daños causados por esta especie frente a los de perros cimarrones, ayudas a ganaderos para que tomen medidas preventivas que eviten daños fortuitos (mastines que cuiden rebaños, rediles protegidos...). Además el lobo ibérico, que despierta gran interés para un importante sector de la población, dotaría a Monfragüe de un sello de calidad ambiental que lo haría más atractivo para el visitante.
Si aun así las poblaciones no fueran capaces de autorregularse, entonces serían deseables otro tipo de prácticas –eliminación selectiva- que podrían ser encomendadas a agentes del medio ambiente.
Solicitan que se impida a la montería de un coto de Jaraicejo entrar en el Parque Nacional de Monfragüe
Campaña de firmas contra las monterías en el Parque Nacional de Monfragüe
Denuncian la celebración de una Montería en el Parque Nacional de Monfragüe el 9 de Noviembre de 2007
Denunciada la celebración de monterías en el Parque Nacional de Monfragüe
Montería sin señalizar en la ruta Carlos V
Montería en la Portilla del Tiétar mirador de aves en Monfragüe
Campaña contra la caza dentro del Parque Natural de Monfragüe
2 comentarios:
Es realmente increíble que se siga cazando en el Parque NAcional de Monfragüe, deberían avergonzarse los políticos que lo permiten, (Y algunos supuestos ecologistas como los de ADENEX que lo amparan). Muchos apoyamos vuestras denuncias contra estas monterías, gracias.
Estos cazadores son unos criminales, ni siquiera respetan los parques nacionales. Lo peor es que la Junta les ampare.
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